Monday, August 16, 2010

…El mundo real es una competencia… En busca de un giro de la Educación hacia un nuevo enfoque: las competencias profesionales.

Diariamente, el educador se enfrenta a diferentes situaciones que representan un freno a su desempeño. Estas situaciones de ocurrencia en ocasiones persistente, constituyen una parte fundamental del desarrollo efectivo de una clase o de un estudiante. Por ejemplo, de manera rutinaria se presentan estudiantes con muy bajo rendimiento académico, de acuerdo a los estándares, y en ocasiones, estos, no son tomados en cuenta ni evaluados de manera diferente. Hoy en día se dice que en la educación superior, se busca formar profesionales de alta calidad sin embargo, algunos menos privilegiados, se ven excluidos del sistema, o simplemente son olvidados, es entonces cuando se puede acotar el ejemplo de Meter Senge (2000) que dice que ante la suposición de que existen “seres humanos listos, y seres humanos tontos”, aquellos que no pueden aprender, merecen menos educación. Este bajo rendimiento académico tiene amplias y variadas raíces fácticas, que derivan en una serie de consecuencias o fallas que más tarde afectan el desempeño profesional.

Alrededor del mundo, cada vez es más claro como tanto a nivel educativo como profesional, las exigencias son más elevadas y es requerido, tanto para hombres como para mujeres, una participación activa en la resolución de problemas de carácter práctico, con principios básicos de ética y en relación con el contexto y el proyecto de vida profesional (Gardner, 2005; Chen y Levy, 2007). La educación superior debería apuntar a preparar a los futuros profesionales a competir en el mundo real.

Para este fin, la visión de la educación debería hacer un giro radical, saliéndose de la conocida evaluación tradicional, y contribuyendo con el desarrollo de competencias en el estudiante. La realidad actual de la educación debe también ajustarse a las exigencias del mundo contemporáneo laboral y la nueva era global. De acuerdo con este orden de ideas, “los requisitos cambiantes para los trabajadores de hoy tienen importantes implicaciones educativas en términos de habilidades, entrenamiento y capacidad”, (Cheng, 2007). A las anteriores se les conoce como competencias profesionales.

Por competencias se entienden las actuaciones integrales de un sujeto para identificar, interpretar, argumentar y resolver problemas del contexto con idoneidad y ética, integrando el saber ser, el saber hacer y el saber conocer (Tobón, Pimienta y García Fraile, 2010). Son las capacidades de poner en operación los diferentes conocimientos, habilidades y valores de manera integral en las diferentes interacciones que tienen los seres humanos para la vida y el ámbito laboral. González y Sánchez (2003), identifican las competencias básicas como: aquellas en las que la persona construye las bases de su aprendizaje (interpretar y comunicar información, razonar creativamente y solucionar problemas, entre otras), que reafirman la noción del aprendizaje continuado y la necesidad de aprender a aprender. Estas competencias, son amplias y necesarias para la manera de vivir y convivir en una sociedad que cada vez es más compleja (Levy, F. 2007), por ejemplo capacidades para el uso de herramientas para pensar como: el lenguaje, la tecnología, software educativos, los símbolos y el conocimiento, la capacidad para actuar en un grupo diverso y de manera autónoma.

Se sabe que existen muchos y diversos problemas educativos que afectan al sistema, y el receptor directo de estos es el estudiante que sabe mucho, pero no es competente. Por otro lado, la actitud de los diferentes involucrados puede percibirse de diferentes formas: con indiferencia, superficialmente, o en contraparte, como justificación de este ensayo, de una manera sensible ante esta realidad, en busca de propuestas para la mejora del sistema, quedándose en un área de confort conocida como educación y evaluación tradicional, en otras palabras, bancaria y memorística. Como lo acota Gardner, Chen y Levi, (2005) la mayoría de las personas y sobre todo los educadores, se resisten a modificar las prácticas con las que se sienten cómodos pues, tienen miedo al riesgo y a la impotencia ante lo novedoso, o simplemente aquello que conlleva más trabajo. Si tan sólo el docente se tomara el tiempo para investigar, para leer inclusive sobre las diferentes concepciones de algunos pensadores como como Marx (1818-1883), quien coloca el trabajo y el mundo como centro de todos sus planteamientos, incluidos los de la educación; según él hombre llega a ser hombre en virtud del despliegue de su actividad en el trabajo. Para Freire (1921-1997) la educación es camino hacia la libertad, por lo que propone la llamada educación para la libertad. De este modo, a diferencia de la perspectiva o paradigma en el que la educación tradicional ha estado inmersa, el profesor dista de depositar los conceptos, y el estudiante de recibirlos (educación bancaria). Freire cree en lo importante de crear en el estudiante una conciencia sobre la sociedad en la que le toca vivir y desempeñarse profesionalmente, de forma tal que se adapta a la dinámica estructural y a las necesidades de la misma.

Si el docente se apropia con perspectivas y corrientes pedagógicas planteadas en sus inicios por pensadores como John Dewey (1859 – 1952), quien destacaba “la necesidad de comprobar el pensamiento por medio de la acción si se quiere que éste se convierta en conocimiento”, ya estaría procurando la creación de competencias profesionales en los estudiantes. Entonces, se presume que el desarrollo de un enfoque para implementar las competencias de los profesionales del futuro, no sólo articula todos los ejes de la formación desde los primeros cimientos o bases sino que además constituye una nueva forma de pensar y de concebir la educación, que más tarde se transporta en sí a la formación especializada y además a todos los procesos de actualización de competencias y de recertificación profesional posteriores.

En este orden de ideas se sabe que este nuevo enfoque de la educación es un enfoque de largo plazo, que se basa en una evaluación cualitativa y cuantitativa, con los criterios necesarios para determinar logros, objetivos, habilidades y destrezas “ya que las competencias profesionales requieren ser mantenidas e incrementadas, y ellas se retroalimentan en cada persona según sus propias especificidades e interrelaciones, lo cual obliga a un sistema de acreditación que permitan llevar adelante procesos de actualización continuos para ir reforzando y aumentando las competencias”. (Rama, 2009)

De acuerdo con Gardner (2005), Cheng y Levy (2007) el desarrollo de las competencias profesionales se concibe como la clave del éxito profesional y educativo, y además, el hecho de hacer una conciencia abierta hacia una efectiva aplicación de esta nueva ideología que podrá utilizarse a nivel laboral, yo educativo. La nueva era global requiere y demanda servicios más personalizados y directos, haciendo innecesarias las grandes organizaciones del ayer. Los requisitos cambian y se requiere de mayor capacidad de pensamiento lógico y crítico para la resolución de problemas que no siguen reglas prediseñadas. La creatividad se considera una habilidad que debe de demostrarse en todas las áreas del pensamiento interdisciplinario de manera oportuna y eficaz. La nueva era global, busca profesionales competentes que se complementen en muchos ámbitos, y quienes consigan cultivar estas competencias, tendrán más oportunidades de avanzar. A pesar de que la tecnología avanza, la mente humana, su capacidad de abstracción, de raciocinio, de pensamiento crítico y de procesar nueva información para construir nuevos conceptos o responder ante nuevas necesidades jamás podrá ser reemplazada por un computador. Las computadoras ejecutan reglas, el ser humano procesa información mediante elevados procesos cognitivos. “El resolver nuevos problemas todavía es un trabajo humano, y en conclusión las escuelas deben enseñarles a éstos, cómo resolver problemas nuevos para cuya solución aún se desconocen las reglas”. (Chen y Gardenfors, 2007)

“Los escenarios teóricos del constructivismo (Piaget), interaccionismo (Vigotski), una nueva acepción (Shumpeter), la de rol ecológico de la sociedad y teoría de capital humano y una explosión nueva desde la lectura de lo interdisciplinario. En el marco de la Educación hay un conjunto de cuerpos conceptuales que van definiendo el perfil actual: McLuhan y los medios de comunicación, que hoy cierran con Castells que plantea la sociedad de acceso, la sociedad digital.” (Rama, 2009) Así que, la inclusión de la formación por competencias esta sustentada desde tiempo atrás, y a partir de estos enfoques se empiezan a construir diferentes modelos educativos (proyecto Tunning para Europa y Latinoamérica) con mayor peso y diferentes concepciones. Algunos están más encerrados en la individualización del aprendizaje (constructivistas), otros son más interaccionistas. Se podría definir y analizar cómo cada modelo pedagógico tiene más apoyo en un cuerpo teórico, independientemente de que hayan tenido claro esto en el momento inicial. (Rama, 2009)

La transición no será fácil, los logros educativos también sugieren de estas habilidades, como la comunicación compleja y la construcción de argumentos válidos de forma oral y escrita, por encima de la memorización para cumplir y acertar en una prueba escrita. Un profesional competente, debe de saber ser, saber hacer, demostrar flexibilidad, integridad, y una personalidad ética, respetuosa y ganadora… habilidades que van más allá de la educación que hoy en día conocemos como formal y que muchos pensadores aun están tratando de cambiar.

Referencias
• Cheng, K.M. (2007). The Postindustrial Workplace and Challenges to Education. En Marcelo M. Suarez (Ed.) Learning in the global era: International perspectives on globalization and education. Los Angeles, CA: University of California Press. Traducido al español
• Gardner, H. (2005). Un ensayo educativo. México: Paidós.
• Gardner, H. (2005). Las cinco mentes del futuro: Un ensayo educativo. México: Paidos.
• Jofré, A. (2008, fecha de la publicación). Educación superior en la mira. La República. Recuperado el 20 de Junio de 2010 de http://www.larepublica.net/app/cms/www/index.php?pk_articulo=14254
• Levy, F.& Murnane, R. (2007). How computeried work and globalization shape human skill demands. En Marcelo M. Suarez (Ed.), Learning in the global era: International perspectives on globalization and education. Los Angeles, CA: University of California Press. Traducido al español.
• Mora, A . (2009). Una sola educación superior en Costa Rica. La Nación. Opinión. Recuperado el 10 de Julio de 2010 de http://wvw.nacion.com/ln_ee/2009/junio/29/opinion2010581.html
• Rama, C. (2009, 6 de noviembre). Mercados laborales y competencias profesionales. Ponencia en el Colegio de Periodistas, San José, Costa Rica.
• Tobón, S., Pimienta, J., y García Fraile, J.A. (2010). Secuencias didácticas: aprendizaje y evaluación de competencias. México: Pearson.
• Tobón, S. (2006). Competencias, calidad y educación superior. Bogotá: Magisterio.
• Tobón, S. (2006). Formación basada en competencias. Pensamiento complejo, diseño curricular y didáctica. Bogotá: Ecoe Ediciones.
• Tobón, S. (2006). Las competencias en la educación superior. Madrid: Editorial Universidad Complutense.
• Zúñiga, C. (2009). Durkeim Bourdieu: Reflexiones sobre Educación. Recuperado el 10 de Julio de 2010 de http://www.latindex.ucr.ac.cr/rfx006-11.php

3 comments:

  1. Laura, interesante artículo. Mi pregunta es la siguiente: ¿Es el currículum por competencias la tabla de salvación de la educación superior? El cambio debe ser progresivo. Si hay un aspecto que hay que tomar en cuenta como lo es la resistencia al cambio por parte de los profesores.

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  2. Gracias por la puesta en blog de su artículo y alzar una voz en el concierto de las ideas acerca de lo que la educación superior podría hacer, desde una perspectiva, entre otras más.
    Erick Lobo

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  3. Gracias don Erick, y gracias Ralph, por sus aportes, en realidad Ralph, como lo hemos discutido en numerosas ocasiones no hay una única respuesta para el mejor de los currículums, en cuanto las necesidades de cada grupo de estudiantes nunca va a ser exactamente la misma... creo que es bueno valorar las diferentes opciones disponibles ademas de la concepción tradicional de la educación y escoger entre la más apropiada o hacer un mix balanceado para tener a la disposición de todo un poco... sin caer en algo desajustado y sin sentido... Repito... las competencias son un muy buen enfoque... pero si... el profesor debe de estar capacitado para poder aplicarlo efectivamente. Sigo considerando algunos aspectos de la evaluación tradicional muy importantes.

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